El turismo en su variedad de facetas, muestra siempre la cara amable del sector, los viajes, las aventuras, los recorridos por los diferentes lugares del mundo, su gastronomía, la ecología, los paisajes, la gente buena y la alegría inconfundible de la diversión y esparcimiento de las ciudades y regiones.
Sin embargo como en todas las actividades que encierra la convivencia humana, existen factores negativos, aspectos ocultos que entorpecen el adecuado funcionamiento de los segmentos de los mercados y el turismo no se escapa de estos flagelos.
En primera instancia, los problemas de prostitución, la trata de personas y el abuso sexual infantil, constituyen uno de los principales problemas sociales, tanto en Colombia como en el mundo entero, el cual se debe combatir desde sus raíces: la pobreza, la carencia de educación y la violencia, sin embargo hablarlo es muy fácil, ponerlo en práctica, difícil.
Este tipo de situaciones, hacen que la gente acuda a vivir de una manera arbitraria, a buscar el sustento diario, sin importar la manera de hacerlo, y que más fácil que vulnerar a un niño? Seres inocentes, con gran cantidad de derechos, que en la vida real no se respetan, y de los cuales los adultos corruptos se lucran, vendiendo su pureza y su futuro. Problema común dentro de los sitios turísticos más concurridos, caso Colombia: Cartagena.
Turismo de sol y playa también de uno de los negocios más lucrativos, el turismo sexual infantil, que se ha convertido en una mafia, en redes poderosas, se ofrece al mercado turístico, preferiblemente del interior y extranjero, desde el arribo, pasando por la calle, restaurantes y hasta en los hoteles, se ofrece como una especie de paquete turístico, precios, y hasta edad, niños y niñas, como si fuera la venta de una habitación o de un plato en un establecimiento cualquiera.
Esa es la realidad, y se hace llamar turismo sexual infantil, término que no debería existir, esto es simplemente un negocio ilícito, que ocasiona problemas muy serios, tanto a nivel, social, como cultural y económico.
Desde la perspectiva profesional, se deben plantear estrategias, que conlleven a disminuir estos factores de riesgo, y romper con este círculo vicioso, que altera la sociedad del futuro, que es la infancia, estrategias que eduquen a la comunidad, que incentiven el turismo verdadero, el cual constituye verdadera ganancia en todos los aspectos, de los diferentes países. Es así como los Administradores nos enfrentamos a diferentes problemas, de gran magnitud, problemas con manejos difíciles, pero ese es el reto, el establecer nuevas formas de convivencia y futuro turístico, basados en la ética y moral.
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